martes, 13 de mayo de 2008

EL DÍA QUE LA ARGENTINA DIJO BASTA

Año 2001, ¿un año para recordar o para olvidar? Me hago esta pregunta por que si recordamos duele pero evitaríamos que vuelva a pasar, y si olvidamos, no duele pero estaríamos dando paso a que vuelva a ocurrir.

El 2001 uno fue un año en el que la desigualdad social creció enormemente. La desocupación, el hambre y la pobreza de muchos comenzó a corroer los cimientos de un gobierno que ya no tenia futuro. Nuestro país quedó en manos de quienes manejaban las políticas extranjeras y nuestro dinero dentro del "corralito". Poco a poco la confianza de la gente se fue desvaneciendo. La Argentina comenzó a levantar la voz, a gritar por lo que algunos les estaban sacando. El Argentinazo se hizo presente en diciembre de 2001. A partir de ese momento todo fue un caos. Las fiestas se acercaban y la Argentina no estaba para festejos. Supermercados y pequeños almacenes, ninguno quedó exento de los saqueos. Recuerdo a aquel propietario de un supermercado chino, llorando ante las cámaras pidiendo que no sigan saqueando su supermercado. Horas mas tarde, se quitó la vida.

Luego llegó la noche, y el estado de sitio impuesto por de la Rúa, parecía ser insignificante frente al levantamiento popular. Las cacerolas y utensilios de cocina fueron un instrumento importantísimo para la orquesta de protestas que se empezaría armar en las calles. Todos pedían lo mismo, “que se vayan todos”, que devuelvan nuestro país.

El descontrol fue inevitable. Los gases lacrimógenos, las balas de goma y de plomo aparecieron en escena. Todo era una guerra, una guerra de todos contra todos, de argentinos contra argentinos. Muertos y heridos fueron el saldo de una Argentina que explotó, de una Argentina que quiso un cambio.

Esta es una recopilación de imágenes que muestra lo ocurrido el 20 de diciembre de 2001.

sábado, 10 de mayo de 2008

LA VIDA POR UNA FOTO

Tenía diez años cuando mataron a José Luís Cabezas. Por supuesto que en ese momento no registré la gravedad de lo ocurrido. Hoy, 11 años después estoy escribiendo esto. No soy fotógrafa, como lo era Cabezas, pero el hecho de estar transitando el camino para ser una comunicadora social me acerca un poco más a ese mundo. El mundo al que me refiero, es ese mundo donde el periodista busca, se mete, investiga, todo por una noticia, todo por la primicia, o inclusive, todo por una foto. A Cabezas eso le costo la vida y parece que a muchos les produjo amnesia.

José Luís Cabezas, trabajaba para la Editorial Perfil como reportero gráfico. Fue asesinado el 25 de enero de 1997 en Pinamar. En ese momento cubría para la revista Noticias la temporada de veraneo de la clase política y empresaria. Fue durante esos días que se topo con Alfredo Yabrán, un poderoso empresario que hasta ese momento era prácticamente desconocido. Sin saberlo, esa sería la foto que le costaría la vida.



El 21 de Julio de 1997, sus familiares, crean la Fundación José Luís Cabezas. A partir de ese momento tanto la familia como sus compañeros emprendieron una lucha que continua hasta el día de hoy.

El principal sospechoso y señalado como autor intelectual del asesinato es Alfredo Yabran, quien se suicidó en Mayo de 1998. La muerte del empresario siempre fue tildada por algunos como dudosa. Incluso muchos aseguran que Yabrán aún sigue vivo.

Al cumplirse 10 años de su muerte, la Asociación de Reprteros Gráficos de la República Argentina públicó en su sitio, http://www.argra.org.ar/, una carta redactada por el presidente de la asociación dedicada al fotógrafo asesinado.

Lo cierto es que hoy, a poco más de 11 años de la muerte de Cabezas, su familia continúa peleando en contra de la impunidad y del olvido y evitar así que vuelva a ocurrir.